martes, 20 de julio de 2010

¡Increible!

Antes de embarcarme en este viaje quisiera actualizar esta bitácora abandonada por las ocupaciones. El año pasado tuve la suerte de visitar la Feria del Libro de Guadalajara, un viaje que no sólo fue ambicioso porque es la mejor feria en Latinoamérica sino porque siempre tuve el inconsciente sueño de escribir. Soy de esas personas que tienen diez historias paralelas en la cabeza, mientras sucede una sola acción. Sueño desvergonzadamente despierta y espero no dejar de hacerlo nunca.

Pero continuo con la Feria. Esta experiencia que viví me marcó de una manera positiva y hoy, a menos de un año de haberla visitado, estoy yendo a participar en una. No Guadalajara, pero la de Lima que es bastante importante en nuestro continente. El primer día intervendré como moderadora de una mesa en la que se reflexionará sobre literatura contemporánea ecuatoriana y al día siguiente hablo sobre literatura infantil y juvenil desde mi experiencia como tallerista. ¡Increible! Es lo único que se me ocurre para describir esta sensación.

Por otro lado al preparar esta última ponencia, hice contactos invaluables y conoceré en persona a autores que admiro y de los cuáles me gustaría aprender. No puedo pedir nada más. Como dice mi mamá sería pecado. Por el momento tengo más de lo que negocié cuando compré mi pasaje hace dos meses en clase turista. Otra cosa será cuando regrese. Tengo planes... muchos.

Por lo pronto el siguiente es ir a una Feria con mi querida Mami Pau, Bogotá está en la mira... Seguiré soñando y calándome las miradas de desaprobación, esas que me indican que los que me miran quisieran estar en mis zapatos talla 7.