lunes, 4 de enero de 2010

Uno ha terminado con el pasado, pero a veces el pasado no ha terminado con uno

¿Qué tal si esta frase es cierta?  Si yo todo el tiempo he estado dispuesta a terminar con el pasado, pero el pasado me persigue y no me deja caminar.  ¿Cómo se llega al punto en que decimos "hasta aquí" y el "hasta aquí" te hace caso?.

Lo pregunto porque estoy segura de que soy una mujer fuerte y que fácilmente se recupera y no se lamenta de los errores, los valoro y recuerdo que para llegar, es necesario equivocarse.  Pero si me preguntan, miro a la derecha y miro a la izquierda y el pasado está en todos lados.  En el almuerzo, en la tele, en la reunión con los amigos, en las preguntas... en el silencio.

¿Cómo sacudirse este peso invisible, pero a veces tan pesado que tenemos en los hombros y que ahoga?  El otro día en una reunión tuve que adelantar una canción porque a alguien le recordó a un ex.  Yo misma borré de mi ipod unas cuantas canciones, pero no las puedo borrar del procesador del dj de Kong...  ¿Y entonces?  ¿Cómo se hace para seguir viviendo como si nada? y ¿cómo seguir con el corazón intacto, sensible y tonto, si lo único que quiero es no creer, nunca más?

¿Cómo se hace para no aplastar "enviar" sobre ese e-mail, que para empezar nunca debiste haber escrito?  Cuántas veces lo único que hace es empeorar todo o alargar la agonía de la relación que ya murió.  El aporte de mi experiencia se basa solamente en obviar el tema del clavo que saca al otro clavo.  Pésima idea.  Normalmente el "otro clavo" está oxidado y probablemente te va a dar tétano.

En este punto en el que el fantasma del pasado sigue pidiendo en todas las radios Luis Fonsi, me queda cruzar los dedos para que me de un ataque repentino de amnesia o que algún otro acontecimiento me de una cachetada más fuerte de la que ya recibí, para que lleguemos al mutuo acuerdo de olvidarnos.

Hago un llamado al presente, para que se enfoque y caminemos desmemoriados, ausentes del pasado, felices por lo que hacemos hoy, construyendo un nuevo y más agradable pasado.  Uno que me cante y me recuerde: "Hey, hey, tomorrow's just your future yesterday"

8 comentarios:

Anónimo dijo...

era de esperarse...este me gustó...
justamente hoy, le decía a una amiga -que le devolvieron el corazón roto- que sí somos capaces de "acostumbrarnos" a vivir sin el "pasado" (con todo lo que ello encierra)sin dolor, a veces creo que nisiquiera debe ser una referencia para el camino que sigue...
(btw soy tan torpe para estas cosas que se me complicó adjuntar el comentario! jajajajaja)

Eingana dijo...

estimada "anónima btw jajajaja",

yo creo que si es posible acostumbrarse, pero justo cuando ya estás saliendo del trance, te llama el pasado número dos (ese de nombre repetido)... lo bueno es que me acordé del clavo!

a seguir haciendo presente, para que ese pasado vaya quedando más lejos...

solanda dijo...

Hay que seguir, Layla. A veces toca hacerlo porque te persiguen zombies. Ya sabes lo que dice Leonore, si te sigue y sabes que está muerto, entonces: corre!! El consejo es claro.

Eingana dijo...

Sabia Lenore, sabia!!!! a correr del pasado número dos!!!! A decirle si sólo al presente!

Arturo Cervantes dijo...

Con el pasado se vive, y eso es inevitable. Una convivencia un tanto problemática, terrorífica, extraña...
Hay que serle indiferente cuando de repente tiene ganas de molestar.

Eingana dijo...

Es cierto que es inevitable. A veces me pongo a evaluarme y pienso que soy yo la que debo seleccionar correctamente lo que hago, pero no todo está en tus manos, no todo puede ser controlado y hay que asumir.

Como dices tú, toca ser indiferente.

Unknown dijo...

Cuando leo temas como estos me sale un suspiro, un enredo en la garganta de decir uau ya paso¡¡¡ aquel ya no está, ahora quizá ya no me haga daño. Aunque lo extrañe, o lo extrañé algún día. El tiempo me ayudo a guardarlo en la carpeta correcta. No hay más que hacer... Olvidar es imposible.

Eingana dijo...

María José,

que suerte que ya pasó! hoy justo me decían que viví a tiempo mi experiencia. No era para mi. Pero como tú dices, olvidar no se puede. Que lindo tu comentario. Millón gracias!