lunes, 21 de diciembre de 2009

La Viajera de este Siglo

No había escrito este post por descuido.  Pero fue uno de los "highlights" de mi viaje a México.  Ya expliqué en un post anterior que me convertí descaradamente en "groupie" de los rock stars de la literatura, pero falta describir mi encuentro con el último autor.  Al final de la tarde de mi último día en la Feria del Libro, por sugerencia de "Ramón" (léase como personaje de presencia intermitente y casi incomprensible) fuimos a parar a una sala que presentaba una actividad que convocaba a un autor y a sus lectores.  Cuatro personajes tan opuestos como los puntos cardinales y el autor, un hombre carismático, que había estado en mi ciudad, Guayaquil, varias veces y que ya había presentado esta misma novela en mi país.

Yo soy una lectora principiante, no había escuchado de Andrés Neuman, de nacionalidad argentina, ganador del Premio Alfaguara a la Novela del 2009, y escuché con atención las exposiciones de los cuatro lectores, que preguntaban al escritor desde datos interesantes sobre los personajes y su creación, hasta datos impertinentes que claramente incomodaban a Neuman.  El precio que pagan los rockstars... deben toparse con miles de locos.  En un par de ocasiones casi me paro para pedirle a una de las panelistas que se retire, la pobre estaba convencida de que el protagonista era el mismo escritor, comparación que lo comenzó a poner nervioso por las connotaciones que la panelista le había dado en interveciones anteriores al mismo.  Pero prosigo.  Escuchar la trama y conocer a ciertos personajes me interesó y cuando finalizó el acto, la editora de Alfaguara nos informó que Andrés firmaría los libros en esta misma sala, por cuestiones de tiempo.


Como resorte salté a comprar el último libro, sin fijarme que jamás, pero jamás, he leido un libro de 530 páginas... me formé en la ordenada columna de groupies y llegué hasta el autor de "El viajero del Siglo" con su libro y el libro de mi profesora y amiga, la escritora guayaquileña Solange Rodríguez, que planeaba entregarle como regalo.  La "sorprendedora" se convertió en sorprendida, cuando Neu me dijo que tenía "El lugar de las apariciones" firmado por la autora.  Fue entonces que sin conocer mayormente la obra me presenté como "Layla Lee, viajera de este siglo", luego de esta introducción mantuvimos una conversación sobre los pocos referentes literarios a los que puedo citar, de pienso yo, quince minutos, quince largos minutos para quienes hacían la columna detrás de mi.  Se despidió, cerrando el libro sin que pudiera ver la dedicatoria y me volvió a estrechar la mano.  Creo que me dijo que fue un gusto y que le enviara saludos a Solange, esa parte la tengo borrosa, Neuman es encantador...

Digo que escribí este post retrasada, pues planeaba hacerlo antes para seguir la continuidad de las experiencias del viaje a México, pero justamente hoy leí algo de este maravilloso libro que me atrajo y que convirtió mi línea de presentación ante el escritor, en un hecho real.  El protagonista Hans, dice:

"cuando estoy mucho tiempo en un mismo lugar noto que veo peor, como si empezara a quedarme ciego. Todo va pareciéndose, se vuelve borroso y dejo de maravillarme. En cambio cuando viajo todo me parece un misterio, incluso antes de llegar.  Me gusta por ejemplo ir en las diligencias y observar a los desconocidos que viajan conmigo, me gusta inventar sus vidas, adivinar por qué se van o por qué llegan.  Me pregunto si pasará algo que nos una por azar o si nunca volveremos a cruzarnos, que es lo más probable.".  Sin lugar a dudas soy yo... en mi cabeza, Neuman está hablando de mí.

Este libro esta lleno de figuras literarias y personajes bellísimos.  He podido compartir con varias personas, algunas de mis líneas favoritas, mismas que al final han producido suspiros, y por ello, me va a tomar muuuucho tiempo terminarlo, porque es el primero del que estoy disfrutando línea por línea, y dentro de él, siempre tendré el recuerdo de una dedicatoria que será difícil de superar, al menos en este siglo...

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